Se está produciendo un cambio revolucionario en la metodología de construcción, ya que la madera laminada en masa se presenta como un material de construcción que está transformando el sector, ofreciendo ventajas significativas en comparación con los materiales de construcción tradicionales. Este enfoque innovador combina beneficios ambientales con ventajas prácticas en la construcción, marcando el inicio de una nueva era en las prácticas de edificación sostenible [1].
La construcción con madera masiva ha demostrado ser extremadamente eficiente en términos de requerimientos de mano de obra, ya que los proyectos suelen necesitar equipos que son solo un tercio del tamaño de los requeridos por los métodos de construcción convencionales. Esta reducción en las necesidades laborales se acompaña de plazos de construcción más rápidos, lo que convierte a la madera masiva en una opción cada vez más atractiva para desarrolladores y empresas constructoras.
La ligereza del material presenta una oportunidad única para proyectos de renovación y expansión de edificios. Estructuras existentes que antes no podían soportar pisos de concreto adicionales ahora pueden acomodar niveles extra construidos con madera masiva, abriendo nuevas posibilidades para el desarrollo urbano y la optimización de edificios. Esta ventaja es especialmente valiosa en entornos urbanos densos, donde las opciones de expansión vertical eran limitadas anteriormente.
Las credenciales ambientales de la madera masiva son igualmente impresionantes, ya que este material actúa como un eficaz sumidero de carbono. A diferencia de los materiales de construcción tradicionales que generan emisiones de carbono significativas durante su producción, la madera masiva almacena carbono en su estructura, contribuyendo así a los esfuerzos de mitigación del cambio climático.
La adopción de la madera masiva por parte de la industria de la construcción se alinea con metas de sostenibilidad más amplias, ya que constructores y arquitectos buscan cada vez más materiales que combinen rendimiento estructural con responsabilidad ambiental. La versatilidad del material y su relación resistencia-peso lo hacen adecuado para una amplia gama de aplicaciones, desde automobiles o edificios residenciales hasta estructuras comerciales.