
Probamos el recién lanzado Toyota Camry Hybrid 2025 en un recorrido que incluía zonas urbanas, autopista y cañones para captar nuestras primeras impresiones sobre su nueva gama exclusiva de híbridos, los ajustes en el chasis y su usabilidad en el día a día.
La novena generación del Camry de Toyota será híbrida únicamente para 2025, combinando un motor de cuatro cilindros en ciclo Atkinson de 2.5 litros con una transmisión e-CVT de dos motores. La potencia se estima en 225 hp para la tracción delantera y 232 hp para el nuevo sistema de tracción total eléctrica. La batería se ubica debajo del asiento trasero para no sacrificar espacio en el maletero, que cuenta con un diseño de asientos 60/40 plegables, mientras que el chasis TNGA-K recibe mejoras en los bujes y refuerzos adicionales. Las versiones más equipadas incluyen una pantalla táctil de 12.3 pulgadas y el Toyota Safety Sense 3.0.
Nuestra prueba fue en un modelo XSE con tracción delantera y llantas todo tiempo de 19 pulgadas, recorriendo 72 millas de tráfico urbano, tramos de autopista a 65–75 mph, y una corta sección en el cañón. Las temperaturas ambientales rondaron los 78°F, con dos ocupantes a bordo, equipaje ligero y pavimento seco. Las presiones de los neumáticos estaban ajustadas a las especificaciones de fábrica, y alternamos entre los modos de conducción Eco, Normal y Sport. Desde el arranque, la asistencia eléctrica proporciona par de manera fluida; la e-CVT mantiene las revoluciones bajas en conducción casual y solo aumenta bajo aceleración profunda.
A simple vista, el coche con tracción delantera parece alcanzar los 60 mph en aproximadamente 7 segundos, claramente más rápido que el modelo anterior que no era híbrido. El ruido del motor se percibe al exigirle, pero está mejor aislado que antes, con menos momentos de zumbido en pendientes. La combinación de frenos está bien ajustada, con un mordiente inicial firme y una transición suave entre la regeneración y la fricción. La calidad de la marcha en las llantas de 19 pulgadas es firme pero no dura: los impactos pequeños se oyen más que se sienten, y los movimientos de la carrocería están bien controlados sobre las ondulaciones.
La dirección es ligera pero precisa, y tiene un mejor centro que la generación anterior. En el cañón, el eje delantero se asienta de manera predecible, y los baches en medio de la curva no alteran el chasis. La adherencia de las llantas todo tiempo es respetable, aunque podrás experimentar un leve subviraje al forzar la conducción. A 70 mph, la cabina se mantiene estable con poco ruido del viento; las superficies rugosas generan un ligero zumbido de los neumáticos.
Nuestro recorrido mostró un rendimiento indicado de 47 mpg sin buscar maximizar la eficiencia, lo que sugiere que las cifras de la EPA estarán en los altos 40s a bajos 50s, dependiendo del equipamiento y la transmisión. El sistema de infoentretenimiento actualizado arranca rápidamente, el CarPlay/Android Auto inalámbrico se mantuvo estable, y hay suficientes controles físicos para el clima que permiten mantener la vista en la carretera. El espacio para las piernas en la parte trasera es generoso, la instalación de asientos para niños es sencilla, y el maletero es amplio para su categoría, con una abertura amplia. Primer veredicto: el Camry Hybrid 2025 se siente más cohesionado: más silencioso, más ágil en la respuesta, y significativamente más eficiente que la mayoría de los sedanes medianos solo de gasolina.
La tracción delantera debería ser ideal para quienes se desplazan en zonas soleadas; la tracción total añade confianza en todo tipo de clima con una penalización menor en peso y eficiencia. Si valoras más la comodidad que el estilo, prueba un SE/XLE con llantas de 18 pulgadas antes de decidirte por las de 19. Es una primera impresión sólida y un rival creíble del Accord Hybrid; confirmaremos las distancias de frenado, la aceleración instrumentada y la economía de combustible en un test más largo.